La crisis económica actual está afectando de manera considerable a las actividades solidarias de diversas ONG, hasta tal punto de verse en peligro los avances conseguidos en muchos años de esfuerzo.
La situación financiera de muchas familias y hogares en la actualidad está obligando a realizar diversos recortes en diferentes tipos de gastos con el objetivo de poder llegar a fin de mes, incluyéndose aquí las cuotas destinadas a la ayuda humanitaria. Es de esta manera como diversos proyectos se han visto truncados o simplemente se han quedado a medio camino o en buenas ideas al no poder contar con los recursos necesarios para poder llevarlas a cabo.
Esta situación tiene su raíz fundamental en dos situaciones clave; una de ellas, es la bajada de un número importante de socios al no poder hacer frente a diversos gastos, con lo que las ya apuradas ayudas con las que diversas ONG llevan a cabo sus proyectos se ven ahora seriamente perjudicadas.Por otro lado, se ha producido una seria amenaza para poder realizar diversas propuestas solidarias, al anunciarse los recortes que ha decidido llevar a cabo el Gobierno.
La respuesta ha sido inmediata, y desde Intermón Oxfam consideran esta medida injusta, ineficaz e innecesaria. Dado que los presupuestos dedicados a la ayuda internacional supone una cuestión marginal en los apartados del gobierno, no pueden entender que se vayan a sacrificar miles de vidas mediante un recorte más acusado todavía de estas ayudas.
Aun así, siempre existen datos alentadores que nos permiten mantener viva la esperanza. Uno de ellos es la cantidad de nueve millones y medio de personas que marcan una cruz en la casilla de Fines Sociales en la declaración de la renta. Y es que, ante situaciones de crisis, la empatía se hace más fuerte ya que las personas somos más conscientes del dolor ajeno que sufren personas en distintos puntos del planeta.
El punto fuerte con el que cuentan ONG conocidas y de gran prestigio, como es Médicos Sin Fronteras, es la amplia red social que sigue apoyando estos proyectos solidarios contribuyendo con sus aportaciones económicas, ya que en esta ONG son más de 600.000 socios los que no cesan en su labor humanitaria.
Es ahora más que nunca cuando las ONG necesitan recibir el apoyo de mucha gente para acudir en la ayuda de la gente que lo necesita.
Son muchas las ocasiones en las que la gente se pregunta por el sentido de ayudar a otros en una entorno pesimista, destructivo, en un ambiente de guerras o en poblaciones marcadas por la desnutrición; por qué ayudar a una niño moribundo a levantarse de una cama del hospital si dentro de un mes puede volver a recaer. Pues bien, el ayudar no implica más que eso: ayudar en ese preciso momento, estar ahí en ese instante para poder decir que nosotros estuvimos allí, no nos dimos la vuelta y en ese momento esa persona pudo salir de la desgraciada situación que la rodeaba. No se mira más allá, el sentido puro de la ayuda, es decir, su esencia, busca la implicación instantánea.
Paula Farias, portavoz de MSF, relataba una historia digna de mención para explicar el sentido de la ayuda humanitaria a la que nos estamos refiriendo en los desayunos de TVE, la cual pasamos describir a continuación y con la que pretendemos, al igual que su narradora, transmitir un mensaje vital.
"Dos hombres se encontraron paseando por una playa y a lo largo del camino empezaron a vislumbrar miles y miles de estrellas de mar que, sin saber el motivo, habían ido a parar a la arena.
Uno de ellos fue corriendo a donde estaban y empezó a devolverlas al mar una a una.
El otro amigo se quedó extrañado ante la actitud de su compañero, y le preguntó:
Pero... ¿por qué lo haces? ¿Es que no ves que da igual? Se van a morir todas hagas lo que hagas
A lo que el amigo respondió:
Sí, muchas pueden morir, pero esta no, ni esta, ni esta, y esta tampoco..."
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